Eso depende de la persona. Al que le gusta la soledad se va a sentir como pez en el agua y más si hay condiciones que aseguren esa vida, o sea que nadie te moleste, seguramente lo ideal sería vivir solo, en tu burbuja o zona de confort. Dueño y señor de tus actos sin que nadie venga a estorbarte o a inmiscuirse en tu vida. Verán, a esa persona que ha pasado mucho tiempo solo, quizás le cueste trabajo relacionarse con alguien, porque siente como si le quitaran parte de su libertad, limitándose a dejar de hacer cosas que hacia cuando estaba solo en su intimidad:
¡Oh, esas callosidades en las manos! (producto de los tennis de material sintético).
¡Oh, ese ojo más pequeño e irritado que el otro! (la vecina buenota de la pared de al lado ni se imagina dónde está el hueco que da a su baño).
¡Ah, que aroma a cigarro tan embriagador! (Ese cenicero lleno de colillas y esos cigarros que no tienen marca, enrolladitos y de los que asoma un hierbita… ¿Qué marca serán? ¿Eucalipto?).
En fin. El mundo del solitario es tan grande como la persona que lo habita. Pero se siente bien en ese mundo. Donde otros mueren de aburrimiento y soledad, esa persona se siente muy a gusto.
Así como existen personas que les gusta la soledad, también hay otras que los aterra o los deprime y siempre andan por ahí buscando con quien compartir la vida.
Lo irónico es que al final de tu vida, cuando te conviertas en un viejo(a) cagalitroso(a), es muy probable que termines solo. Descuida, no serás ni el primero ni el ultimo que dejarán de un lado, solo asegúrate de llegar en buenas condiciones a ese estado. Por ese lado, veo bien la adaptación a la soledad en tu adolescencia o juventud. Ya estás preparado para asumir la vejez porque tienes un camino labrado. Lo malo es que te habrás perdido de otros placeres de la vida por estar siempre solo, pero así son las cosas. Aunque tienes la opción de alternar entre Solo y Acompañado. Aunque dicen por ahí que más vale solo que mal acompañado. Pero eso lo decides tú.